Ha concluido en Zagreb el proceso diocesano para la beatificación del Siervo de Dios Janez Ivan Strašek, C.M.

Ha concluido en Zagreb el proceso diocesano para la beatificación del Siervo de Dios Janez Strašek, C.M. La sesión final contó con la emocionada participación de la Familia Vicenciana, reunida para rendir homenaje a este testigo de caridad y fidelidad al Evangelio. Unámonos ahora en oración pidiendo que, por intercesión de Janez Strašek, podamos crecer en santidad y en el servicio a los pobres.

El miércoles 26 de marzo de 2025 se celebró en el Kaptol de Zagreb la sesión de clausura del proceso diocesano de beatificación del Siervo de Dios Janez (Ivan) Strašek CM (1906-1947), sacerdote de la Congregación de la Misión, nacido en la parroquia de Podčetrtek en Eslovenia.

P.-Janez-Strasek-CM

Janez Strašek predicaba el Evangelio sin descanso y no temía las amenazas. Estaba cerca de todas las personas en dificultades. Fue sacerdote de Cristo durante un período muy breve en su Eslovenia. Después de su ordenación en 1933, en 1935 fue enviado por sus superiores a Belgrado (Serbia) como capellán y catequista, y luego a Kosovska Mitrovica (Kosovo), donde fue capellán, catequista y finalmente párroco.
El 24 de julio de 1941 fue enviado de nuevo a Belgrado. Después de 1942 trabajó en Kragujevac y al año siguiente en Novi Kneževac (Banat). El 8 de septiembre de 1946, con motivo de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, llegó a la parroquia de la Natividad de la Santísima Virgen María en Svetice, cerca de Karlovac y del monasterio local de los paulinos. Desde el 14 de diciembre de 1946, también administró la parroquia de Ozelj, tras el asesinato del párroco de Ozelj, el reverendo Matija Kranjčić.

El Domingo de Ramos, 30 de marzo de 1947, Janez celebró la Santa Misa en Ozelj por la mañanaP.-Janez-Strasek-CM y luego se dirigió a pie por el sendero del bosque hacia Svetice. Siempre era puntual, pero ese día no llegó. Los fieles se sorprendieron de que aún no hubiera llegado y empezaron a rezar el rosario. Fueron a buscarlo, pero no lo encontraron en el camino. Sus asesinos, dos hermanos, lo encontraron en el bosque, lo golpearon con un tiro de escopeta de caza y finalmente lo mataron con estacas. Probablemente sufrió mucho antes de exhalar su último aliento. Los hermanos lo arrastraron fuera del camino y lo cubrieron de hojas. Al día siguiente, un feligrés lo encontró.

Las prédicas de Janez Strašek, en las que decía que los niños debían ser bautizados en la Iglesia y que los recién casados debían casarse en la Iglesia, molestaban a los opositores del fe y de la Iglesia. Pensaban que estaba «corrompiendo a la juventud» y que debía ser asesinado. El período en el que estuvo activo fue una época de intimidación y encarcelamiento de sacerdotes. Algunos, al oír los disparos y los gritos en el bosque, no se atrevieron a ayudarlo por miedo.

La sesión final del Proceso diocesano fue inaugurada por el Rev. Tomislav Subotičanec, Vicario General de la Arquidiócesis de Zagreb, en presencia también del Rev. Marko Kovač, Canciller de la Arquidiócesis de Zagreb. El vicepostulador, P. Dario Grbac, C.M., presentó brevemente la figura y la obra del Siervo de Dios, tras lo cual los miembros del Tribunal y los representantes de la Familia Vicenciana (sacerdotes, religiosos y laicos) presentes rezaron una oración por la beatificación de Janez Strašek.

Después de los juramentos del Delegado Diocesano, del Promotor de Justicia, del notario, del Postulador General y del vicepostulador, los documentos recogidos en este procedimiento fueron sellados y entregados a mí para ser llevados a Roma, al Dicasterio para las Causas de los Santos.

 

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Que el Señor bendiga el proceso de beatificación del Siervo de Dios Janez Strašek.

Oración por la beatificación de Janez Strašek, C.M.:

¡Señor Dios! Tú has dotado de generosidad al Siervo de Dios Janez Strašek, que siempre estuvo dispuesto a ayudar a cualquiera y proclamó constantemente tu Palabra sin temer a nadie. Tú coronaste su vida y sus obras con un heroico fe hasta la muerte. Te pedimos que lo veneremos pronto en la Iglesia y que nos lo recomiende aún más en nuestras necesidades.

Con su intercesión, concédenos la gracia que pedimos…

Por Cristo, nuestro Señor. Amén

P. Serhiy Pavlish, C.M.
Postulador general

 

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