In Memoriam: Mensaje del Superior General de la Congregación de la Misión tras la muerte del Papa Francisco

Tras la muerte del Papa Francisco, el Superior General de la Congregación de la Misión, P. Tomaž Mavrič, C.M., comparte un mensaje de gratitud y reflexión. El Papa, quien inspiró a la Familia Vincenciana con su ejemplo de fe, humildad y servicio, sigue guiándonos a través de su legado. Una invitación a seguir su visión de una Iglesia abierta y cercana a los más vulnerables.

A la Familia Vicentina 

En este momento tan especial para la Iglesia, nuestros corazones están llenos de gratitud y oración por la vida y el legado del Santo Padre Francisco. Su testimonio de fe, humildad y servicio ha sido una fuente de inspiración no solo para los creyentes, sino también para todos nosotros que seguimos las huellas de San Vicente de Paúl.

A lo largo de todo su pontificado, el Papa Francisco nos ha recordado una y otra vez que los pobres están en el centro de la vida cristiana. Nos ha impulsado a ser una Iglesia en salida, que abraza las periferias, que sirve sin reservas y que se deja transformar por el encuentro con los más necesitados.

Hace algunos años, la Superiora General de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Thouret me compartió que, en una visita del Papa Francisco a su Casa Madre, él le dijo: “Mi corazón es vicentino.”

Como miembros de la Congregación de la Misión y de la Familia Vicentina, reconocemos en su ministerio una profunda sintonía con nuestro carisma: la pasión por evangelizar y servir a los más vulnerables. Su llamado a ser una Iglesia “accidentada por salir a las calle” (cfr. Evangelii Gaudium, 49), seguirá guiándonos en nuestra misión.

Hoy, más que nunca, los invito a unirse en oración, dando gracias a Dios por la vida del Santo Padre y pidiendo por nuestra Iglesia en esta etapa de transición. Que su legado nos impulse a seguir sirviendo con amor, fe y esperanza.

Desde lo más profundo del corazón, agradezco a cada uno de ustedes por su compromiso en mantener vivo el espíritu misionero y por ser testigos del Evangelio en el mundo.

Les invito también a comenzar desde ya a rezar por el próximo sucesor de Pedro, para que, guiado por el Espíritu Santo, pueda iluminar a la Iglesia con sabiduría, humildad y amor por los más necesitados. Que el Señor lo sostenga en su misión y lo fortalezca en la guía fiel del pueblo de Dios según el Evangelio.

 

Con un abrazo fraterno en Cristo,
P. Tomaž Mavrič, C.M.
Superior General de la Congregación de la Misión

y de la Compañía de las Hijas de la Caridad

Presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Vicentina Internacional

Mensaje del Superior General de la Congregación de la Misión tras la muerte del Papa Francisco

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