La Congregación de la Misión, Provincia de Oceanía en Fiyi, organizó un importante encuentro de cinco días, del 6 al 10 de mayo, para celebrar el 400 aniversario de la Congregación de la Misión. Casi 300 jóvenes vicentinos de tres parroquias, San Vicente de Paúl en Nausori, San Miguel en Kadavu, y la Parroquia de San Juan Apóstol en Natovi, se reunieron para este acontecimiento especial. El objetivo de esta celebración era forjar conexiones y profundizar en su comprensión de la espiritualidad vicenciana.
A medida que los participantes llegaban y se reunían en el tranquilo entorno de la parroquia de San Juan Apóstol, en Natovi, el martes por la tarde, se percibía un innegable zumbido de entusiasmo y un sentido de propósito que preparaba el terreno para una experiencia inolvidable. El miércoles comenzó con unas interesantes sesiones sobre la vida y las enseñanzas de Vicente de Paúl. Conocer el legado de Vicente no sólo proporcionó un gran contexto histórico, sino que también encendió una llamada a la acción entre los jóvenes. Los debates fueron muy animados, animando a todos a reflexionar sobre cómo los valores de la espiritualidad vicenciana podrían inspirar sus propias vidas y vocaciones hoy en día. Con un renovado aprecio, los participantes también fueron desafiados a convertirse en discípulos misioneros del «Cristo en Vicente» hoy.
El jueves, la reunión dio un giro importante con una presentación de la Policía de Fiji sobre los peligros de las drogas. Esta sesión fue reveladora y muy pertinente, ya que abordó el problema real del abuso de sustancias que afecta a muchos jóvenes hoy en día. El cabo Waisea Bolabiu, representante de la policía de Fiyi, compartió sus conocimientos sobre los distintos tipos de drogas y sus efectos, y suscitó un debate vital sobre la resiliencia, la toma de decisiones y la importancia de buscar apoyo en las comunidades.
El día terminó con una nota alta con las presentaciones del arzobispo Peter Loy Chong y del padre Inia Tikolutu, que destacaron la importancia vital de los jóvenes en el camino sinodal de la Iglesia. Sus alentadoras palabras resonaron en todos, inspirándoles a apropiarse de su fe y a participar en conversaciones significativas dentro de la comunidad eclesial. La siguiente sesión, dirigida por Cáritas Fiyi, ofreció un espacio interactivo para hablar de los retos personales y de las herramientas prácticas para afrontarlos. Compartir reflexiones y experiencias personales ayudó a crear un sentimiento de crecimiento y sanación entre los participantes.
La mañana del viernes comenzó con una charla crucial del representante del Ministerio de Sanidad sobre la concienciación sanitaria y el VIH/SIDA. Con el aumento del número de personas infectadas en Fiyi, se consideró necesario abordar este tema concreto durante este encuentro. A mediodía, el Arzobispo de Suva celebró la Eucaristía de clausura con la asamblea reunida, lo que constituyó un momento hermoso y edificante. Recordó a todos la unidad formada durante el encuentro y el reto de dar testimonio del «Cristo en Vicente».
Los participantes participaron en sinceras oraciones, reflexionando sobre todas las ideas y amistades forjadas a lo largo de los días anteriores. La jornada concluyó con una comida compartida que fomentó la camaradería y fue seguida de divertidas actividades sociales que aportaron alegría y relajación. El sábado, tras la Eucaristía final, los participantes colaboraron en el cuidado del medio ambiente limpiando el recinto y plantando árboles. Por último, hubo una cálida y tradicional despedida fiyiana en la que se agradeció el apoyo de la comunidad de la parroquia de San Juan Apóstol.
El encuentro vicenciano de cinco días fue mucho más que una serie de sesiones; fue un viaje compartido de descubrimiento, comprensión y compromiso para vivir los valores vicencianos de servicio y compasión. Los participantes regresaron a sus parroquias y hogares con energías renovadas, conocimientos y una comprensión más profunda de su papel como jóvenes vicencianos. A medida que avanzan, las experiencias de este encuentro guiarán sin duda sus caminos y les animarán a encarnar el espíritu de Vicente de Paúl en su vida cotidiana.