UNA COSA MAS

En el siguiente artículo, Jim Claffey, representante de la Congregación de la Misión en las Naciones Unidas, hace balance de su mandato en nombre de la Familia Vicenciana en la ONU, centrándose en el papel de las ONG católicas en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el compromiso con la justicia social.

Mi padre gozaba mucho la serie televisada Detective Colombo.  Se reía cada vez que Colombo preguntaba “una cosa más” después de haber terminado una conversación.

Este es un momento de “una cosa más.”  Debido a que pronto termino mi papel con la ONU, quisiera compartir un último pensamiento.

Pero primero tengo que decir que ha sido un gran honor representar la Congregación de la Misión a la ONU por estos cinco años.  Un honor no merecido pero un papel que he tratado de llevar a cabo con la dignidad y respeto que merece la congregación.

Trabajar al lado de los excelentes ONG de otras ramas de la Familia Vicentina (Familia), fuentes de constante inspiración, ha sido otro privilegio del puesto.

Creo que la CM debe estar presente y activa en la ONU.  Como toda rama de la Familia, los cohermanos tienen una historia a contar, una historia poderosa sobre la lucha de personas en los 102 países donde tienen presencia.  Personas consideradas—y tratadas—como los Últimos y Menos Importantes entre nosotros.  Perdonas en pobreza, ausentes de las mesas de poder y decisión, sus ideas para soluciones raras veces solicitadas, aunque saben muy bien lo que hay que hacer.

Es una historia no de teoría ni de un estudio universitario sino de contacto personal, involucramiento personal con el pueblo en pobreza.  Personas evangelizadas que después evangelizan desde la profundidad de su necesidad, su generosidad, su dependencia total en Dios.

Nuestra Familia conoce bien a estas personas.  Y su historia debe contarse en lugares de poder, y los con poder necesitan escuchar esta historia porque si no, viven en un cajón cerrado de documentos y protocolos diplomáticos que no entienden lo que pasa diariamente al nivel de las comunidades de base.

Ellos necesitan ayuda para mantenerse en la realidad. ¡Y a veces ellos lo admiten!  En cuanto a la Agenda 2030 para el Pueblo y la Planeta, los 17 metas sostenibles de desarrollo, embajadores y oficiales de la ONU a veces dicen que necesitan las contribuciones de la “sociedad civil” porque las comunidades de base que ONG representan saben mejor que nadie cuales soluciones son efectivas o no al nivel local.

En una canción el grupo “Águilas” canta “Cosas en esta vida cambian muy lentamente…si es que haya cambio.”  Afortunadamente no es cierto en todo caso, aunque es verdad en la ONU.  Cambiar es muy difícil para instituciones tan complejas y lentas, llenas de prioridades e intereses particulares de los 193 países miembros.

Pero cambios con posibles allí, como el Grupo para Erradicar el Sinhogarismo ha mostrado con dos resoluciones adoptadas por la Asamblea General, una tratando la falta de techo como un problema en sí, la otra obligando al Secretario-General a presentar informes cada dos años sobre avances en terminar el sinhogarismo.  Aunque algunos Estados Miembros prefieren hablar solo de casamiento, sinhogarismo ahora esta en la Agenda de la ONU.

Que Hay Que Hacer es siempre la pregunta vicentina para los retos que confrontan al pueblo en pobreza.  Tengo una convicción que lectores pueden aceptar—o rechazar—por lo que vale.  Nuestra Familia Vicentina debe estar orgullosa de la historia de mas de 400 anos de trabajo caritativo extraordinario.  En esto ciertamente hemos seguido a San Vicente Patrono de Caridad.

Pero mientras la inequidad (“la fuente de toda mal social” según Papa Francisco) corre como un virus y la pobreza extrema tercamente sigue como una plaga, hay una necesidad incuestionable a buscar la justicia.  La Justicia, una caridad social.  Aquel otro lado de la moneda para Beato Federico Ozanam.  No-partidaria, pero si inserción política.  Y cambio sistémico como el método pastoral preferido, que da esperanza a los entrapados en pobreza ofreciendo una manera de enfrentar y cambiar los sistemas que los mantienen pobres.  ¿Se hizo excelente trabajo por muchos años a presentar esta metodología a la Familia, pero que habla de esto ahora?  ¿Qué ha pasado a esta prioridad?

Para terminar, quisiera ofrecer mis oraciones a que el nuevo ONG de la congregación tenga mucho éxito.  Vamos a apoyarlo y responder con entusiasmo a sus esfuerzos de incluirnos en este trabajo importante.  Juntos hagamos que la justicia “corre como un rio…”

Jim Claffey
ONG representante de los sacerdotes y hermanos Vicentinos a la ONU

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