La educación es un acto de esperanza. En la Carta Apostólica para el 60º aniversario de Gravissimum educationis, el Papa León XIV recuerda que la educación no es una actividad «accesoria», sino la trama misma de la evangelización: el Evangelio se convierte en gesto educativo, relación, cultura, dentro de un ambiente «complejo, fragmentado, digitalizado». La brújula sigue siendo el Concilio: el derecho de todos a la educación, la familia como primera escuela, la subsidiariedad, la integración entre fe y cultura.
En este horizonte se inscribe el Llamamiento Misionero 2025 del Superior General: renovar la identidad yendo, confirmando el compromiso de enviar cada año en misión ad gentes al 1 % de los hermanos (unos 30), prometido al Papa Francisco y reafirmado al Papa León XIV el 4 de septiembre de 2025. En 2025 se han abierto nuevas misiones en Congo-Brazzaville, Togo, Goma (RD Congo) y Pakistán; en 2025-26 se iniciarán otras en Corea del Sur, Costa de Marfil, Mauricio, Timor Oriental, Zambia, Zimbabue, Burkina Faso y Gabón. Contacto operativo: segreteria@cmcuria.org (tras discernimiento con el Visitador).
La Carta relanza una visión integral de la persona y del aprendizaje: ninguna reducción a un «algoritmo» o a una mera eficiencia; se necesitan comunidades educativas, lenguajes desarmados y una alianza estable entre la familia, la escuela, la parroquia y las obras sociales.
El estilo vicenciano combina caridad y formación: envío de misioneros allí donde la Iglesia llama y, al mismo tiempo, cuidado de lo que hace fecunda la misión (formación, idioma, equipo). El Llamamiento enumera necesidades concretas (formadores para Madagascar, República Democrática del Congo, Papúa Nueva Guinea, Mozambique; párrocos y animadores para Camerún y Togo; presencia ecuménica en Estambul; apoyo a la Región de Cuba).
En la tradición vicenciana, la esperanza educativa se encarna en dos caras inseparables:
Cinco campos de trabajo operativos para mantener unidas estas dos caras:
De este modo, la catequesis de los pobres y la formación estable del clero se sostienen mutuamente: la primera arraiga el Evangelio en las periferias, la segunda conserva los frutos a lo largo del tiempo.
La idea de universidad de Newman (unidad de conocimiento y vida) se encuentra con la concreción de Vicente («caridad inventiva hasta el infinito»): el pensamiento que se convierte en camino, la cátedra que se convierte en puente. (Línea inspiradora de la Carta).
Cómo empezar (de inmediato)