El 12 de febrero, la Iglesia conmemora al beato Ján Havlik, joven vicenciano eslovaco que dio testimonio de la fe hasta el heroísmo. Nacido en 1928, fue perseguido por el régimen comunista a causa de su vocación religiosa, sufriendo torturas, encarcelamiento y trabajos forzados. Su vida, marcada por el sufrimiento y el amor incondicional a Cristo, terminó prematuramente en 1965, dejando un legado de valentía y santidad. Descubra la historia de este testigo de la fe, ejemplo de resistencia espiritual y fidelidad evangélica.