Somos misioneros

Llegamos muy lejos,
estamos muy cerca.

Buscamos crecer en santidad, cultivando una profunda amistad entre nosotros y entregándonos con amor a la evangelización y al servicio de los pobres. Tejemos una red de caridad que abraza al mundo entero, sin fronteras ni límites para nuestro compromiso. Esto es lo que somos y lo que hacemos. Esta es nuestra identidad.

¿Te sientes llamado a servir?

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FAQ: Respuestas a tus inquietudes

¿Qué tiene de específico la Congregación de la Misión?
La Congregación de la Misión se distingue por su carisma vicentino: evangelizar a los pobres y servirles con amor y respeto, tal como lo hizo San Vicente de Paúl. También en la formación a laicos y sacerdotes. 

¿Todos los miembros de la Congregación de la Misión son sacerdotes?
No. La Congregación está formada por sacerdotes y hermanos. Los hermanos no son ministros ordenados, pero comparten plenamente la misión vicentina, la consagración y trabajan en diversas áreas, como educación, administración y acción pastoral.

¿En qué países está presente la Congregación de la Misión?
La Congregación está presente en más de 95 países, llevando el carisma vicentino a diversas culturas y necesidades. Esto incluye trabajo en parroquias, misiones, universidades y proyectos de caridad.

¿Cómo sé si estoy llamado a la vida misionera?
Los signos incluyen un deseo profundo de servir a los pobres, una vida de oración significativa, y alegría al pensar en vivir en comunidad. Si estos aspectos resuenan contigo, puede ser un llamado. Hablar con un acompañante espiritual te ayudará a clarificarlo.

¿Qué significa vivir una vocación misionera?
Vivir una vocación misionera significa dedicar tu vida al servicio de los pobres, evangelizar con palabras y acciones, y mantener una relación cercana con Dios en comunidad. Es un camino de amor y entrega total.

¿Cómo sé si Dios me está llamando?
Sientes un deseo interior por algo más grande, una atracción hacia el servicio y una paz al imaginar esta vida (compatible también con el vértigo que dan los compromisos vitales). La oración y el consejo de otros te ayudarán a identificar este llamado.

¿Cómo saber si estoy llamado a ser sacerdote o hermano?
Reflexiona sobre tus dones y cómo puedes servir mejor a los demás. Los sacerdotes se enfocan en los sacramentos y la predicación, mientras que los hermanos contribuyen desde otras áreas esenciales. Un director vocacional puede ayudarte a discernir.

¿Por dónde empezar?
El primer paso es el acompañamiento espiritual para que te ayuden a discernir lo que ves en tu oración personal. Examinar, en presencia de Dios, tus deseos más profundos y reflexionar sobre ellos. Además, es bueno visitar alguna de nuestras comunidades para experimentar de cerca nuestra vida misionera.

¿Cuál es el proceso para ingresar a la Congregación?
El camino incluye etapas como el discernimiento, la formación inicial (pre-seminario etapa previa y noviciado seminario interno), estudios en teología o formación profesional para hermanos, y experiencias de misión. Este proceso puede durar entre 5 y 10 años, dependiendo de cada caso.

Vidas que cambian vidas:
historias de vocación

La misión

Los vicentinos somos sacerdotes y hermanos comprometidos con el servicio pastoral en diversas realidades. Nuestra misión es predicar, realizar misiones parroquiales y ofrecer formación laical, especialmente en comunidades desatendidas. Nuestro sueño es hacer del mundo un hogar en el que todos alcanzan la plenitud que solo Dios puede dar.

Nuestra vocación nos lleva a vivir con sentido de misión, en nuestros propios países o en otros continentes donde todavía no ha llegado el Evangelio o donde es necesario reavivarlo. Además, nos dedicamos a la educación, a la pastoral de la salud, a atender a los presos y a acompañar espiritualmente a diversas comunidades. También promovemos la devoción a la Virgen Milagrosa y trabajamos en colaboración con la Familia Vicenciana para ampliar nuestra misión de servicio a los pobres y necesitados.

¿A quién servimos?

En la Congregación de la Misión, nuestro llamado es claro: seguir a Cristo evangelizador de los pobres. Nos dedicamos a llevar su mensaje de esperanza, justicia y amor a los más necesitados. Servimos a aquellos que se encuentran en las periferias sociales, económicas y espirituales, buscando siempre ser portadores de la luz del Evangelio en sus vidas.

Nuestra misión no solo se basa en el servicio directo a los pobres, sino también en la formación. Acompañamos a clérigos y laicos, ayudándoles a prepararse para participar más plenamente en la evangelización, equipándolos para ser testigos del Evangelio en sus propios contextos. 

Estamos presentes en más de 95 países, con 462 comunidades locales y 2.909 miembros comprometidos con la evangelización de los pobres. Nuestras misiones internacionales abarcan zonas de gran necesidad en países como Angola, Bolivia, Papua Nueva Guinea y las Islas Salomón, mientras que nuestras misiones Ad Gentes se extienden a lugares como India, Malawi, Nepal y Sri Lanka, llevando el mensaje de Cristo a regiones donde aún es poco conocido. Además de las misiones populares que realizamos en nuestras propias provincias, acompañando a las comunidades locales.

Los vicentinos somos pastores, sacerdotes de parroquias, capellanes de universidades, profesores y ministros pastorales. Nuestra misión es predicar, realizar misiones parroquiales y ofrecer formación laical, especialmente en comunidades desatendidas. Nuestro sueño es hacer del mundo un hogar en el que todos alcanzan la plenitud que solo Dios puede dar.

Nuestra vocación nos lleva a vivir con sentido de misión, en nuestros propios países o en otros continentes donde todavía no ha llegado el Evangelio o donde es necesario reavivarlo. Además, nos dedicamos a la educación, a la pastoral de la salud, a atender a los presos y a acompañar espiritualmente a diversas comunidades. También promovemos la devoción a la Virgen Milagrosa y trabajamos en colaboración con la Familia Vicenciana para ampliar nuestra misión de servicio a los pobres y necesitados. 

En la Congregación de la Misión, nuestro llamado es claro: seguir a Cristo evangelizador de los pobres. Nos dedicamos a llevar su mensaje de esperanza, justicia y amor a los más necesitados. Servimos a aquellos que se encuentran en las periferias sociales, económicas y espirituales, buscando siempre ser portadores de la luz del Evangelio en sus vidas.

Nuestra misión no solo se basa en el servicio directo a los pobres, sino también en la formación. Acompañamos a clérigos y laicos, ayudándoles a prepararse para participar más plenamente en la evangelización, equipándolos para ser testigos del Evangelio en sus propios contextos. 

Estamos presentes en más de 95 países, con 462 comunidades locales y 2.909 miembros comprometidos con la evangelización de los pobres. Nuestras misiones internacionales abarcan zonas de gran necesidad en países como Angola, Bolivia, Papua Nueva Guinea y las Islas Salomón, mientras que nuestras misiones Ad Gentes se extienden a lugares como India, Malawi, Nepal y Sri Lanka, llevando el mensaje de Cristo a regiones donde aún es poco conocido. Además de las misiones populares que realizamos en nuestras propias provincias, acompañando a las comunidades locales. 

Recursos para el discernimiento

Jubileo, Juventud, Vicencianos GIUBILEO, GIOVANI, VINCENZIANI PELLEGRINI DI SPERANZA E MISSIONARI DI BELLEZZA

Jubileo, Juventud, Vicencianos – Peregrinos de la esperanza y misioneros de la belleza

jóvenes vicentinos

10 Razones por las que un Joven debería Unirse a la Congregación de la Misión como Misionero Vicenciano

Fate spazio… arrivano i giovani!

Haced sitio… Aquí vienen los jóvenes

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