Este es el tema del retiro de junio con motivo del 400 aniversario.
Le recordamos que el programa, los distintos documentos y toda la información necesaria se encuentran en el siguiente link
Al comienzo de este itinerario formativo, teniendo como horizonte los 400 años de la fundación de la Congregación de la Misión, somos invitados a abrirnos a las sorpresas del Espíritu del Señor, dejándonos iluminar e interpelar por la Palabra de Dios, por el carisma vicenciano y por el magisterio del Papa Francisco. Lo hacemos movidos por un profundo espíritu de fe, con miras a una auténtica revitalización espiritual y misionera y mediante un esfuerzo sincero de conversión personal y comunitaria. Así queremos responder a lo que nos recomendó la última Asamblea General. Hablar de espiritualidad vicenciana como una espiritualidad misionera significa volver a nuestras raíces más hondas, al corazón pulsante de nuestra identidad, al núcleo de las intuiciones suscitadas por el Espírito en el corazón de nuestro fundador. Somos una Congregación esencialmente misionera y con una clara orientación hacia las periferias existenciales y geográficas. Es precisamente ahí que se arraiga el carácter sinodal y profético de nuestra vocación de seguidores de Jesucristo evangelizador de los pobres.